domingo, 25 de marzo de 2007

Crece la polémica por el control de las bases de datos

(Fuente: Clarin.com). A seis años de la sanción del habeas data, la Corte limitó el acceso a listados de deudores de tarjetas de crédito. Y el Gobierno sólo aplicó una multa.
Como la soja, el oro y el petróleo, la información de las personas es un commodity muy valorado por dos negocios en ascenso: las agencias de riesgo crediticio y el marketing directo. Pero las empresas del sector se sienten amenazadas por las denuncias de abusos y malas prácticas, y sobre todo, por la creciente actividad de personas y organizaciones inescrupulosas, que compran y venden datos confidenciales de millones de argentinos, algo que la ley prohíbe.
Muchos negocios basados en recopilar y cruzar información personal son legales; en algunos casos indispensables. Pero a su vez es una actividad extremadamente sensible, porque lo que está en juego es la privacidad, es decir, lo que peligra es el derecho de las personas a resguardar datos sobre su vida y a no ser molestadas en su intimidad.
Es un derecho consagrado por la Constitución, y además, hace 6 años que existe una ley (la 25.326, conocida como hábeas data), que castiga a quienes lo vulneran. Es decir, existen límites para conformar y usar esa clase de archivos.Así lo recordó recientemente la Corte Suprema, que rechazó la pretensión de Veraz, la mayor empresa dedicada a vender informes de antecedentes financieros, de acceder directamente a listados de morosos de tarjetas de crédito, aunque no se lo prohibió. Pero reavivó la polémica. Nota completa...

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