(Fuente: La Nación) Quedará registrado como un terremoto financiero con centro en Wall Street, pero, en realidad, el crédito fácil, retroalimentado por algunos alquimistas de las finanzas, fue funcional a un frenesí de consumo que muchos interpretaron como un ciclo de eternas "vacas gordas". Esta crisis financiera es la crisis de la bulimia consumista. Si el análisis y el diagnóstico del colapso financiero ignoran la acción corrosiva de las preferencias posmodernas en los fundamentos del sistema capitalista, se corre el riesgo de agravar el problema y de propagar el virus. El consumo con características posmodernas predomina en las sociedades más desarrolladas, pero contagia todas las economías del planeta. NOTA COMPLETA
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