Cualquier producto alimentario vendido en Argentina podrá tener un máximo de un 5% de grasas trans del total del contenido en grasas, que se sumará al límite del 2% impuesto en aceites vegetales y margarinas desde 2012. Con la aplicación de la nueva normativa, que sigue los pasos de las normas aprobadas en Suiza y Dinamarca, “ se estima que puede haber una reducción de 1.500 muertes anuales asociadas a enfermedades coronarias y unos 5.000 eventos vasculares menos, como infartos, anginas o accidentes cerebrovasculares”, dijo a Efe el viceministro de Salud argentino, Jaime Lazovski. Los datos facilitados por Lazovski coinciden con el estudio de “Evaluación del impacto sanitario y económico de las políticas para eliminar grasas trans” del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria.
El director del estudio, Adolfo Rubinstein, consideró que los beneficios serán especialmente significativos en poblaciones de nivel socioeconómico más bajo, donde el consumo de grasas trans es mayor, y permitirá ahorrar al sistema sanitario argentino “hasta 100 millones de dólares en tratamientos”.
La reforma del código alimentario fue aprobada por el Congreso argentino en 2010 y se concedieron cuatro años a la industria para adaptarse. “ A partir de ahora, ya no se pueden fabricar productos que contengan más del 5% de grasas trans, pero el proceso de todo lo que se ha elaborado hasta hoy y que va a seguir circulando en góndolas de supermercados permanecerá hasta abril” , puntualizó el viceministro de Salud.
En este tiempo se ha detectado una reducción de estas grasas en todos los productos alimentarios, pero algunos todavía siguen por encima de los límites, como algunos “baños de repostería, alfajores, productos de panadería, barras de cereal y galletitas”, indicó Allemandi a partir de los resultados obtenidos por la FIC Argentina en un recorrido por supermercados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario